26 Quai de la République, 34200 Sète
La barcaza Anna Maria 4, atracada en la ciudad portuaria de Sète, ofrece una experiencia única que combina encanto auténtico y confort moderno. Construida en 1957 en los Países Bajos, esta antigua barcaza de transporte de verduras y bulbos de flores fue transformada tras dos años de renovación en un alojamiento flotante que acoge hasta doce personas. Con una longitud de 38 metros, está equipada con seis cabinas cómodas, cada una con una cama de 160 cm, un baño privado y una escotilla que permite admirar los reflejos del agua. Una de las cabinas incluso ofrece una bañera, algo raro en este tipo de alojamiento.
La parte común de la barcaza es un espacio acogedor, pensado para los momentos de convivencia. Encontrarás una gran cocina equipada con una estufa de gas, un refrigerador, un congelador, una bodega y un lavavajillas, todo complementado por una amplia mesa donde todos los comensales pueden reunirse. El salón adyacente, con sus sofás mullidos, invita a la relajación tras un día de descubrimiento.
En el exterior, los espacios no tienen nada que envidiar a los de una gran casa de campo. La cubierta central, de unos 20 metros cuadrados, está cubierta, lo que permite disfrutar del aire marino protegido del sol o la lluvia. La cubierta delantera, mucho más amplia con sus 70 metros cuadrados, está equipada con bancos de madera, ideales para relajarse al sol, tomar un aperitivo o incluso probar el yoga. Ya sea para una pausa al aire libre o para un momento de contemplación, cada espacio ha sido diseñado para favorecer la relajación.
Atracada en Sète, la barcaza se encuentra a pocos minutos a pie de Les Halles, un mercado cubierto de renombre donde los chefs con estrella de la región se abastecen. Podrás comprar productos locales para cocinarlos luego a bordo, en la atmósfera tranquila que ofrece la vida sobre el agua. La posición central de la barcaza también permite disfrutar de la ciudad sin sufrir las molestias del vecindario más animado, garantizándote noches serenas.
En temporada alta, el Anna Maria 4 ofrece una experiencia híbrida. Atracada durante parte de la semana, la barcaza se convierte en itinerante para un crucero de tres días y dos noches. Durante esta escapada, tendrás la oportunidad de descubrir los alrededores de Sète, navegando por el estanque de Thau, con paradas en Marseillan o Bouzigues, donde podrás degustar ostras y otros mariscos. El crucero también puede llevarte hasta Villeneuve-lès-Maguelone, famosa por su catedral, o a lo largo del canal del Ródano a Sète, ofreciendo panoramas espectaculares sobre la laguna y los estanques.
La disposición de las cabinas y los espacios de vida permite respetar la intimidad de cada uno mientras se favorecen los momentos de convivencia. Ya vengas en familia, con amigos o con colegas, el diseño ha sido pensado para que cada uno se sienta como en casa, mientras disfruta de la experiencia única de una estancia sobre el agua. Los espacios de almacenamiento en las cabinas, el aire acondicionado reversible y los equipos modernos garantizan un confort óptimo, sea cual sea la temporada. La tranquilidad del lugar también está asegurada gracias a una separación eficaz de las áreas de vida y las zonas de descanso.
Si eres amante de la gastronomía, la estancia en el Anna Maria 4 será una gran oportunidad para descubrir los sabores locales. Además de la cocina equipada, es posible contratar a un chef para preparar platos a base de productos frescos comprados directamente en el mercado o en una ostricultura. También se pueden organizar degustaciones de vino y cervezas locales a bordo, creando así un marco propicio para el descubrimiento de las riquezas culinarias de la región.
La barcaza también es el lugar ideal para celebrar eventos privados. Ya sea para un cumpleaños, un seminario o una simple escapada en grupo, el Anna Maria 4 se adapta a tus necesidades. Al optar por la fórmula con navegación, descubrirás paisajes únicos mientras disfrutas del confort de este barco moderno y acogedor.
La acogida está asegurada por Pascale, una anfitriona atenta y experta de la región. Ella sabrá guiarte y aconsejarte a lo largo de tu estancia, ya sea para organizar una excursión, reservar una actividad como una sesión de paddle en el estanque de Thau o para recomendaciones gastronómicas. Su disponibilidad es un gran activo, asegurando un servicio personalizado mientras se respeta la intimidad de los huéspedes.
A pocos minutos a pie de la estación TGV de Sète, el acceso a la barcaza es sencillo y práctico, ya llegues en tren o en coche. Hay un aparcamiento gratuito cerca, que te permite dejar fácilmente tus pertenencias antes de instalarte a bordo.
Durante tu estancia en Sète, no te pierdas visitar el museo Paul Valéry, ubicado cerca del cementerio marino, que alberga una colección de obras de artistas locales e internacionales. El Centro Regional de Arte Contemporáneo (CRAC) también ofrece exposiciones temporales cautivadoras. Si eres amante del arte más ecléctico, el MIAM (Museo Internacional de las Artes Modestas) también merece una visita.
En cuanto a gastronomía, Sète está llena de restaurantes que ofrecen especialidades locales. Entre ellos, no te pierdas La Tielle sétoise, un plato emblemático de la ciudad, que podrás degustar en uno de los restaurantes del puerto. El restaurante Le Saint-Clair, situado cerca del canal, ofrece una cocina a base de productos frescos y del mar, mientras que el restaurante Oh Gobie es conocido por sus pescados a la parrilla y mariscos.
Si tienes la suerte de estar en Sète durante uno de los numerosos festivales, como el Festival de la Chanson Française o el Festival de la Saint-Louis, disfrutarás de un ambiente festivo y acogedor, típico de esta ciudad portuaria rica en eventos culturales.
Actividades
Zonas comunes
Varios